Una vez Guru Maharaja terminaba de dar una conferencia en Mar del Plata y con otros devotos que lo acompañaban tomaron un taxi. Guru Maharaja llevaba su tridanda y era un poco dificil de llevar en el taxi.
El taxista al ver la tridanda, y pensando que era una caña de pezcar, le dijo a Guru Maharaja:
- ¿Y, cómo estuvo la pezca?
Con una risa Guru Maharaja dijo:
- ¡Buena, muy buena!
El taxista dijo:
- ¿Y qué pezcó?
Guru Maharaja respondió:
- ¡Jivas! ¡¡Yo pezco Jivas!!!
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